miércoles, noviembre 29, 2006

De Miradas

Cómo miras. Acaso eres de los que abre los ojos hasta más no poder para dar esa impresión de interés en lo que se está mirando. O eres de mirada nerviosa, de los que no saben mirar. Hay miradas que matan y amores a primera vista. Miradas tiernas y lujuriosas. Miradas de pies a cabeza y miradas que se pierden en los labios. Miradas que no pueden soportar un buen par de labios y que bajan constantemente. Hay miradas que hablan. Miradas cómplices. Miradas perdidas y que te pierden en una noche loca. Miradas curiosas y miradas que asustan. No me mires así. Miradas que atraviesan paredes y corazones. Miradas saladas, dulces y amargas. Miradas que están demás. A veces ni miramos. Miradas que se detienen, que tartamudean, miradas que gritan sin ser oídas.

O acaso eres de los que miran con los ojos cerrados y miras el más allá. De los que miran con la imaginación. Hay miradas que se desangran. Miradas como el terciopelo. Miradas con cuatro ojos. Miradas capaces de soportar las cosas más extrañas y que sonríen con estupideces. Miradas de musas. Miradas intrusas. Gente que mira en la sombra y logra reconocer siluetas. No me dejes de mirar. Mírame si puedes. Qué me miras tanto. Odio cuando me miras así. A mí no me vas a mirar así. Qué me miras tanto, acaso te debo. Yo cierro los ojos y casi ni miro, miro el suelo. Miradas que bailan. Miradas que respiran por nosotros. Miradas despistadas, miradas que nos matan. Hay miradas que podemos evitar.

O puede que seas de los que de tanto mirar no miran nada. O de mirada traviesa mientras miras a él cuando estás mirando a ella. Mirada rubia o mirada morena. Mirada caliente, mirada de fuego, mirada que quema. Mirada lejana, mirada alejada, mirada inaccesible. Miradas que ante tanta luz se van cerrando lentamente…y se vuelven a abrir. Estoy harto de mirarte para nada. Por qué me miras tanto, porque me gustas. Miradas que besan y dejan huella. Miradas que nos cantan al oído. Miradas que nos sacan a bailar. Miradas que juegan con nosotros, miradas que engañan, miradas que nos hacen caer. Miradas con zapatos de tacón. Miradas que miramos mientras nos miran. Miradas que sentimos y que nos siguen. Miradas tras el vidrio. Miradas que dicen pero no hablan.

Y tú, ¿cómo miras...?

jueves, noviembre 23, 2006

Imagínenme

Cuando leo blogs siempre trato de imaginarme a las personas que están detrás de ellos. Cuando leo blogs de gente que conozco no me preocupo tanto, me sorprende más bien la forma de escribir que tiene cada uno porque no me lo hubiese imaginado así, pero nada más, no me hago muchas preguntas. Pero de las personas que no conozco sí. Me pregunto cómo son, quiénes son y más. Todo esto viene a cuento porque estaba leyendo blogs escritos por mujeres, algunos me gustaron porque lo que está escrito en ellos es divertido y entretiene, cosa que busco cuando no leo blogs especializados o informativos. Leí a muchas pero de entre todas las que leí había una que me gustó mucho cómo escribía, digamos que me cautivó, que fue algo así como amor a primera leída, tanto me gustó que pensé estar enamorado de ella y hasta me la imaginé como la mujer de mis sueños, de mis sueños esos en los que soy padre, tengo casa, hijos y hasta perros. Me imaginaba con ella una vida apacible, una vida muy tranquila escribiendo y riéndonos de las situaciones que ocurren a diario y que no tienen por qué estresarnos. La pasábamos cada día mejor a medida que leía más sus historias y anécdotas. Me imaginaba todo eso y quizá más cuando en un post más abajo, cuando el travieso mouse bajó un poco más, vi una foto de ella y no lo pude creer.
No era ella, era una extraña para mí. Nunca me la hubiese imaginado así. Quién era esa que se había atrevido a invadir mi casa, mis perros y demás. Quién era esa extraña que decía este blog es mío. Cómo se había permitido entrar así en mi casa, en mis sueños... Pues esa era nada más y nada menos la que había escrito todo lo que yo había leído y con lo que tanto me había divertido, con lo que tanto me había entretenido en esa más de hora y media, sí, era ella, la que yo nunca había visto pero que creía conocer de toda la vida. Ingenuo yo. No me había dado cuenta que detrás de los blogs puede estar cualquier persona. Enamoradizo yo, que me dejé seducir por las historias más tiernas. Sí, soy todo eso y ahora ya no tengo ganas de leer nada más. No me da la gana de seguir leyendo sus historias porque sé que es ella y no aquella. No tengo ganas de seguir leyendo y por eso me he puesto a escribir y he decidido escribir un blog. Este no va de nada, el porqué no lo sé ni yo... ¿Qué se esconde detrás de un blog? ¿Qué esperamos de un blog? ¿Debería haber una ley que obligue a poner la foto de quien escribe el blog antes de este? Alguien después de leer esto ¿me podrá imaginar?