martes, marzo 24, 2009

Da cosa nasce cosa

Habíamos cogido un barco hacia unas islas más pequeñas. Estábamos en Grecia y ella se había sentado en la parte de atrás. Lo había hecho porque estaba molesta conmigo porque la noche anterior yo, según ella, había estado mirando todo el rato a unas italianas que estaban en una discoteca. Y, en efecto, yo las había estado mirando pero no todo el rato como ella decía mientras discutíamos camino al hotel. Y mientras seguimos discutiendo en la habitación. Y así toda la noche hasta que no me quedó otra que dormir en la bañera. Me costó mucho convencerla de coger este barco y mientras veo que ella mira el mar con cara ya ni siquiera de pocos amigos sino de ningún amigo, escucho en mi reproductor una canción que se llama Barco viejo, de Los Inmortales. No es mi canción preferida pero la elegí porque sabía que iba a coger un barco, aunque cuando la elegí también pensé que la escucharía con ella a mi lado y ya ven, aquí estoy solo con mi iPhone, mis auriculares y sin muchas ganas ya siquiera de escuchar esta canción. Ok, yo las miré, no lo voy a negar, pero solo fue un momento porque ellas me miraron y claro no tiene nada de malo mirar, ¿o sí? No, por qué, todos miramos, no creo que exista alguien que diga: No, yo no miro, para nada, por qué voy a mirar, a mirar al cine. No, si alguien te mira, tú también miras, y si te miran dos italianas y se ríen pues te quedas mirando y le devuelves la sonrisa, ¿o no? Sí, por qué no. Total una sonrisita inocente que más da. Una cosa de nada. Una tontería. Otra cosa ya es una guiñada de ojo, o sacada de lengua. ¿Qué? ¿Nunca han visto a nadie que saca la lengua? Por favor, en qué mundo viven, yo he visto a gente que saca la lengua, la mueve y hasta manda besos volados. Hay de todo pero yo estoy jodido solo por mirar. Aunque claro, luego me dijo también que para qué me acerqué a ellas. No fue así como ella lo dijo, sí me acerqué pero fue porque fui a la barra a comprarme otra cerveza. Ahora yo les pregunto: ¿Está mal que uno que ya ha acabo su cerveza y tiene sed se acerque a la barra a pedir otra cerveza? No. Por qué, estoy en Grecia, hace calor, mi cerveza se ha acabado y pues quiero otra. No hay camareros, pues entonces lo más normal del mundo es que me acerque a la barra. Pero claro, ella todo lo exagera y ya parece que lo hice a propósito o con malas intenciones, y eso nunca.

Sigue atrás, ni siquiera me mira, y lo peor de todo es que cuando está así no hay cómo lograr que se le pase. Y no quiero volver a empezar a discutir. Ah, y todavía me dijo que para qué converso con ellas. A ver, que no conversé con ellas, solo me preguntaron de dónde venía y esas cosas que se pregunta la gente cuando está de vacaciones, yo pues le dije mi lugar de procedencia y ellas también y cuando me dijeron que eran de Italia pues les hablé en italiano ya que era una buena oportunidad de practicar el idioma, ¿o no? Sí, claro que sí, siempre es bueno practicar los idiomas que uno con tanto esfuerzo aprende, no se vaya uno a olvidar. Y nada más, dos tonterías que nos dijimos y ya por eso tanto escándalo. Hay veces que no comprendo estas discusiones, sobre todo cuando se exageran las cosas, sí, ok, las miré, me acerqué, les hablé, pero tampoco es que haya bailado tan pegado con una de ellas como ella dice. No, no fue así, solo bailamos una canción y yo ni siquiera quería. Solo que tuve la mala suerte de decir de donde era y justo sonó un merengue y fácil que ellas pensaron que debido a que soy latino yo sabía bailar y pues una me sacó y no me iba a negar, ¿o sí? No. Total, un baile no se le niega a nadie, y menos a una chica tan simpática que lo que quería era solo bailar una canción, nada más. Yo es que a veces no la entiendo, todo este problema que me hace por pequeñeces y justo ahora que es nuestra luna de miel. Y menos mal que ni siquiera le di un beso y solo fue un besito de despedida, pero ella todo lo agranda, hasta eso. Yo que iba a saber que en Italia uno se da besos en la boca cuando se despide. Si hasta hay hombres que lo hacen, lo más normal del mundo en Italia, o por lo menos fue eso lo que me dijo esta chica. Pero claro, ella no me creyó cuando se lo dije, solo se dedicó a insultarme y maldecirme toda la noche. Increíble, ¿no?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, asi son las mujeres, siempre exagerando las cosas.
Siempre es bueno leer algo tuyo.

Julio Pérez Luna dijo...

Jajaja. De la puta madre, maestro. Un abrazo.

Carlos Rojas Olivos dijo...

Maestros y capos son ustedes...!

gracias por leer estás líneas perdidas en la Red.

Y sí, Vanny, las mujeres son muy exageradas :D

Abrazos!!!

JROZ dijo...

Las mujeres son el biablo. Pero nadie puede negar q las necesitamos.

JROZ dijo...

Las mujeres son el biablo. Pero nadie puede negar q las necesitamos.